La Arquitectura Interior, el Diseño, y lo que los Espacios Hablan.

La Arquitectura Interior, nos permite diseñar espacios en los que expresamos nuestra personalidad, los gustos para los que somos afines,  tales como:

·         los materiales,

·         las formas,

·         y estos espacios a su vez, irán tomando las características de los seres que habitan en él,

·         como por ejemplo el olor,

·         la energía vibratoria de los usuarios y estas características formarán parte del diseño interior de un espacio.

Dependiendo de las actitudes, la forma de comunicarse, las actividades que ejerzan, el lenguaje no verbal que se maneja entre ellos, parte fundamental a tomar en cuenta para determinar la energía que existe en esos lugares. como por ejemplo la energía de un Hospital,  será muy distinta a la energía de una cárcel, de una sala de velaciones, un cementerio, una discoteca, un restaurante, un salón de belleza, un burdel, un banco, en lugares donde se maneja mucho dinero, un terminal terrestre, un aeropuerto, un lugar lleno de comerciantes, etc.

Son energías diferentes que dependiendo del lugar se manejan y vibran de distintas maneras, y a esta impregnación siempre está involucrada nuestra mente, nuestra acción, nuestra palabra.
Porque supongamos que en un consultorio de un abogado, llegan una pareja con un tema de compra de una vivienda o un auto, será la energía muy distinta si la misma pareja llega por un divorcio.
Entonces, estas energías quedaran impregnadas en las paredes, los muebles, los pisos, techos, y en el cuerpo emocional de las personas que habitan o trabajan en ese lugar, llevando consigo esa sensación que recogió en ese espacio.

Los espacios interiores pueden liberarse de estas energías, en especial cuando se trata de viviendas, en algunos casos hay usuarios de diferentes espacios o negocios que si han puesto atención a este detalle, pues hay gente más sensible que otra y al entrar a un espacio pueden sentir que se produjo un evento muy emotivo o violento, y en algunos casos las personas prefieren retirarse del lugar, y no volver sino al día siguiente.

Hay formas y maneras de mantener el espacio en armonía, por ejemplo, teniendo flores, fuentes de agua, alguna mascota como peces, que serán nuestro motor o modo de aviso ante cualquier peligro o cambio de energía. Quemando alcohol, pero sobretodo el aprenden a mantener una actitud, positiva ante cualquier circunstancia. Situación que bajo ningún motivo deberá ser pasado por alto, pero que en muchos de los casos sucede y se repite a diario en todo momento y en todo lugar.

Dependiendo de la magnitud de la situación, podríamos contrarrestarla, pero será necesario, hacer cambios de raíz, es decir, desaprender, pues nuestro sistema de creencias nos lleva a actuar, pensar y decir cosas a veces acertadas, aunque en otras no.

Para que los espacios se complementen, en su funcionalidad, en cuanto a zonificación, circulación,  ubicación del mobiliario entre otros; con lo que diariamente impregnamos en la paredes, mobiliario y todo el contorno del espacio, deberá haber una actitud coherente, con una consciencia despierta ante los cuerpos del dolor que se despiertan, para que se mantenga una comunicación del Ser a Ser, creando una energía de amor, consideración y servicio entre todos nuestros hermanos.

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